Algunas personas padecen del corazón, pero no perciben ningún síntoma. Por ello es importante visitar al médico y tener un estilo de vida saludable, a manera de prevención.
La fibrilación auricular, llamada también fibrilación atrial, es un ritmo cardíaco irregular, rápido, que puede provocar coágulos de sangre en el corazón. Esta condición incrementa el riesgo de accidente cerebrovascular, insuficiencia cardíaca y otras complicaciones coronarias.
Lo que ocurre durante la fibrilación auricular es que las cavidades superiores del corazón laten de forma irregular y caótica, no sincronizada con las cavidades inferiores. Muchas veces, la fibrilación auricular se puede presentar de forma asintomática. Pero, por lo general, provoca latidos rápidos, falta de aire y debilidad.
Estos episodios pueden ser esporádicos o persistentes. No supone un riesgo para la vida, pero sí requiere de atención médica y de un tratamiento apropiado para prevenir un accidente cerebrovascular.
Algunos de los tratamientos incluyen terapia para restablecer el ritmo cardíaco, o procedimientos para bloquear las señales cardíacas defectuosas.
Los síntomas de la fibrilación auricular
Aunque muchas personas no perciben síntomas, otras experimentan los siguientes:
- Sensación de latidos cardíacos rápidos, aleteo o palpitaciones fuertes
- Dolor en el pecho
- Mareos
- Fatiga
- Aturdimiento
- Menor capacidad para hacer ejercicio
- Falta de aliento
- Debilidad
La doctora María Ramos, en entrevista para la Revista de Medicina y Salud Pública, alerta sobre la importancia de no pasar desapercibido ningún síntoma, puesto que algunas veces se confunden con otros padecimientos.
Ramos resalta que: «Los síntomas en las mujeres a veces pasan desapercibidos, porque ellas van a sentir cierto cansancio y debilidad, pero lo que no saben es que posiblemente esto sea el indicio o alerta sobre una condición cardiaca anormal».
La especialista señala la importancia de visitar al médico en etapa temprana, ya que «se han presentado casos de mujeres que en edades muy jóvenes desarrollan está arritmia por otros factores como la toma de anticonceptivos orales, fumar, el consumo de alcohol y drogas estimulantes».
«Si la mujer siente una especie de aleteo en el pecho, sensación de mariposas, se está cansando constantemente por alguna actividad física o siente mareos, debe visitar a un especialista de inmediato, ya que es probable que tenga incidencia de fibrilación atrial», puntualizó.
Causas de la fibrilación auricular
Por lo general, la causa más frecuente suelen ser los problemas con la estructura del corazón. Entre las posibles causas se contemplan las siguientes:
- Enfermedad de las arterias coronarias
- Ataque cardíaco
- Defecto cardíaco de nacimiento (defecto cardíaco congénito)
- Problemas de las válvulas cardíacas
- Presión arterial alta
- Enfermedades pulmonares
- Estrés físico producido por cirugía, neumonía u otras enfermedades
- Cirugía de corazón previa
- Problema con el marcapasos natural del corazón (síndrome del seno enfermo)
- Apnea del sueño
- Enfermedad de la tiroides, como una tiroides hiperactiva (hipertiroidismo) y otros desequilibrios metabólicos
- Uso de estimulantes, incluidos determinados medicamentos, la cafeína, el tabaco y el alcohol
Infecciones virales
Es de mencionar que algunas personas que padecen fibrilación auricular no tienen problemas cardíacos conocidos ni daños en el corazón.
Factores de riesgo
Entren los factores de riesgo se consideran los siguientes:
- Edad. Cuanto mayor sea la persona, mayor será el riesgo de desarrollar fibrilación auricular.
- Enfermedad cardíaca. Cualquier persona con una enfermedad cardíaca tiene un riesgo mayor de desarrollar fibrilación auricular.
- Presión arterial alta. Tener presión arterial alta puede aumentar el riesgo de fibrilación auricular.
- Enfermedad de la tiroides. En algunas personas, los problemas de tiroides pueden desencadenar problemas de ritmo cardíaco (arritmias), incluida la fibrilación auricular.
- Otras afecciones médicas crónicas. Las personas con determinadas enfermedades crónicas, como diabetes, síndrome metabólico, enfermedad renal crónica, enfermedad pulmonar o apnea del sueño tienen un riesgo mayor de desarrollar fibrilación auricular.
- Consumir alcohol. Para algunas personas, el consumo de alcohol puede desencadenar un episodio de fibrilación auricular.
- Obesidad. Las personas con obesidad tienen un riesgo más alto de desarrollar fibrilación auricular.
Antecedentes familiares. En algunas familias existe un mayor riesgo de fibrilación auricular.
Un estilo de vida saludable puede ayudar a reducir el riesgo de padecer enfermedades cardíacas. Por ello, se sugiere seguir una dieta balanceada, no fumar, practicar una actividad física, evitar el consumo de cafeína y de alcohol y controlar el estrés.
Fuente: Medicina y Salud Pública